La industria manufacturera acumuló su 11° caída interanual consecutiva al caer un 16,6% en abril respecto del mismo mes del año pasado, según el Índice de Producción Industrial (IPI) publicado por el INDEC. Se trató del segundo mayor declive desde mayo de 2020, cuando la economía estaba casi paralizada por la pandemia de Covid-19. Sin embargo, los números muestras una mejora del 1,8% respecto de marzo, lo cual abre el debate respecto de si ya se llegó a un piso.

Según encuestas a empresarios industriales, el menor consumo interno fue el factor que más apareció como causante de esta crisis. También tuvieron impacto problemas en el acceso a insumos importados, como en el caso de la maquinaria agrícola o de la producción automotriz.

“Siempre que la economía en general y la industria en particular crezcan con respecto al mes anterior es un dato positivo”, afirmó en diálogo con Ámbito Tomás Canosa, economista de Fundar, aunque aclaró que hay que tomar con cautela este dato ya que no implica que los sectores industriales estén creciendo a la misma velocidad que venían cayendo.

Por su parte, Agostina Monti Salías, especialista en desarrollo productivo, no consideró que el rebote mensual haya sido significativo. “La industria venía cayendo muy fuerte y de repente este mes no le fue tan mal como el mes pasado. Antes estaban todas las actividades en rojo y ahora no, pero eso no quiere decir que esto nos lleve a un rebote en V”, se explayó.

¿Cuáles son los rubros industriales que más explican la crisis del sector?

Pese a que registró una contracción anual por debajo del promedio (-9%), la producción de alimentos y bebidas fue la que explicó la mayor parte de la caída general en abril, dado que representa casi un cuarto del IPI. La principal incidencia negativa dentro de este rubro fue la fabricación de bebidas no alcohólicas, que se desplomó 27% contra abril de 2023.

Del resto de los rubros resaltaron las variaciones negativas en maquinaria y equipo (-29%), insumos para la construcción (-35,2%) e industrias metálicas básicas (-19,3%). En cuanto a maquinaria y equipo, la pobre performance estuvo explicada principalmente por la crisis en la fabricación de maquinaria agrícola y electrodomésticos. Respecto de los insumos para la construcción, o productos minerales no metálicos en términos formales, la dinámica estuvo estrechamente vinculada con el derrumbe del 37,2% que sufrió la actividad de la construcción en abril. Asimismo, el mal dato de las industrias metálicas básicas respondió fundamentalmente a una caída de casi 27% en la industria siderúrgica.

Con estos números, en el primer cuatrimestre la producción industrial acumuló un desplome del 15,4% versus los primeros cuatro meses de 2023. La particularidad es que la crisis atraviesa de manera cruda a casi todos los rubros industriales; la refinación de petróleo es el único que muestra una baja mucho menor en términos relativos, salvado en parte por lo escindido que está el sector hidrocarburífero respecto de la actividad económica general.

Partiendo desde un piso no tan lejano al de los primeros meses de pandemia, la actividad del sector mejoró igualmente de manera leve respecto de marzo y pudo cortar una racha de seis bajas mensuales consecutivas. A modo de ejemplo, se verificaron repuntes en la producción automotriz, de acero y de insumos para la construcción.

Si bien hay cierto consenso entre los especialistas de que la actividad económica en general y la industria manufacturera en particular estarían llegando a un piso, no está claro la forma ni el ritmo que tomará el “rebote”.

Fuente: Ámbito Financiero