Según una encuesta sectorial a industriales de la máquina herramienta y tecnologías para la producción, las pequeñas y medianas empresas han comenzado a recuperar los niveles de actividad y de facturación previos a la pandemia.
Las pymes nacionales han iniciado su camino de recuperación, aunque aún es heterogéneo. Si bien la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas del sector han elevado su nivel de actividad y facturación con respecto a marzo del 2020, aún hay trabas de larga data que entorpecen la productividad y rentabilidad de las empresas.
Según la encuesta realizada por CARMAHE los principales problemas que enfrentan – que existían aun antes de la crisis por la pandemia- son: la presión tributaria, la inflación (aumento de costos de materia primas y logística) y el aumento del dólar, esta combinación de factores lleva a que muchas pymes fabricantes no puedan competir en el mercado frente a productos de empresas mas grandes o extranjeras.
En la otra punta del problema están las dificultades para importar aquellos bienes, partes, piezas, insumos que no se fabrican en el país y que se requiere en los procesos productivos nacionales, sobre todo en lo respectivo a LNA y SIMI, estas licencias de importación ralentizan mucho los procesos. Especialmente en este momento las empresas del sector enfrentan los problemas acarreados por la modificación de la normativa de pago anticipado de importaciones, lo cual genera múltiples perjuicios y esperan su cese el próximo 31 de octubre tal como fue anunciado por las autoridades de gobierno.
La actividad del sector de bienes de capital es un termómetro importante para saber si verdaderamente el país ha iniciado un camino de recuperación, pero la facturación es un factor determinante para ver la realidad de las pymes argentinas: de las empresas encuestadas por CARMAHE el 54,90% aseguró que interanualmente su facturación aumento; el 16,50% detallo que su facturación disminuyó, mientras que el restante advierte que el nivel de facturación es el mismo.
Otro eje de análisis para CARMAHE ha sido evaluar si el plan de vacunación nacional contra el COVID-19 ha surtido efecto positivo en las dinámicas diarias de las pymes, la gran mayoría de los encuestados aseguró que sí pero que hay preocupación por aquellos empleados que rehúsan a vacunarse, un aspecto gris que aún no tiene solución.
Las pymes han resistido a la pandemia, no sin problemas e incertidumbre, y hoy son parte vital de la reactivación económica a nivel nacional. Pero aun así hay aspectos que sobrepasan la pandemia y condicionan a los pequeños productores: el dólar, la inflación y las trabas de importacion, factores que repercuten en la pérdida de competitividad en los mercados nacionales e internacionales.
CARMAHE